Cárteles en México prueban fentanilo en personas y animales: NYT
Cocineros del Cártel de Sinaloa prueban la calidad del fentanilo en personas vulnerables y también en animales, según reveló el diario The New York Times en un reportaje de Natalie Kitroeff y Paulina Villegas.
El diario tuvo acceso a testimonios de personas que trabajan para el Cártel, quienes incluso realizaron demostraciones sobre cómo se fabrica el fentanilo en laboratorios clandestinos en Sinaloa, México.
En el reportaje, titulado 'En México, los cárteles prueban el fentanilo en personas vulnerables y animales', las autoras dan cuenta de cómo se han adaptado las organizaciones criminales ligadas a la producción y tráfico de fentanilo para evadir las regulaciones impuestas a los precursores que son necesarios para fabricar dicha droga.
Los testimonios recabados, según señalan, fueron recogidos en un trabajo que se realizó durante nueve meses de investigación y que contó con la colaboración, en anonimato, de nueve cocineros, tres estudiantes de química, dos operativos de alto nivel y un reclutador que trabajaba para el Cártel de Sinaloa.
Si los conejos no mueren en menos de 90 segundos, la droga es mala
Los cocineros del Cártel, como se conoce popularmente a las personas encargadas de fabricar las drogas, señalaron que con el paso del tiempo los precursores necesarios para fabricar fentanilo han perdido potencia, por lo que han tenido que adaptarse. Para ello, eventualmente comenzaron a probar el producto en personas consumidoras de sustancias y animales como gallinas y pollos.
A decir de los cocineros que dieron su testimonio y que prueban sus productos en estos animales, si sobreviven más de determinado tiempo, la droga no es buena.
Si los conejos sobreviven más de 90 segundos, la droga se considera demasiado débil para ser vendida a los consumidores estadounidenses, se lee en el reportaje de Kitroeff y Villegas.
Para solucionar la potencia de las sustancia, se ha recurrido al uso de otros compuestos químicos, como la xilacina, que usan los veterinarios para relajar o sedar a los animales.
Un cocinero dijo que si el lote era muy débil, añadía xilacina, un tranquilizante para animales conocido en las calles como tranq, una combinación que las autoridades estadounidenses advierten que puede ser mortal.
“Esto ya se le inyecta a una gallina; si tarda entre minuto y minuto y medio en morir, es de que salió muy buena”, dijo el cocinero. “En caso de que no llegue a morir o tarde más tiempo, se le echa xilacina”, señaló uno más.
De acuerdo con el diario, los cocineros ahora testean la calidad del fentanilo que producen, ya sea ofreciendo unos dólares a personas consumidoras de sustancias o experimentando con animales.
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Sin embargo, las pruebas en animales no son las únicas a las que han recurrido los cárteles, y es que, según un testimonio del que dan cuenta las periodistas, los criminales ofrecen sumas que pueden ser de incluso 30 dólares para que consumidores de sustancias se inyecten los productos que se espera colocar en el mercado ilegal de las drogas.
El reportaje cita el caso de un hombre identificado como Pedro López, quien dijo que se ofreció voluntariamente y en repetidas ocasiones para probar los productos elaborados por los cocineros. Esta acción, según narró el hombre, usualmente contaba con un registro detallado, pues los 'narcos' tomaron evidencia de la reacción que presentaba una vez consumida la sustancia.
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