Envía el obispo su mensaje de año nuevo: "Mis deseos de bendición y paz para este tiempo especial de gracia" (video)
El obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, envió su mensaje de Año Nuevo a toda la comunidad de esta región norte de Coahuila.
En su mensaje, dirigido a los presbíteros, miembros de la vida consagrada, agentes de pastoral, fieles laicos, y hombres y mujeres de buena voluntad, expresó:
El amor de Dios nos permite iniciar un nuevo año 2025, motivo por el cual deseo expresarles mis deseos de bendición y paz para este tiempo especial de gracia.
El obispo destacó la importancia de comenzar el año con esperanza, recordando la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, celebrada el 1 de enero. Ella nos anima a caminar este tiempo con esperanza, confiados en su poderosa y maternal compañía.
El 2025 reviste una especial relevancia para la Iglesia Universal debido al Gran Jubileo convocado por el Papa, evento que se celebra cada 25 años.
Miranda Guardiola exhortó a los fieles a vivir plenamente este acontecimiento histórico participando en las actividades litúrgicas y pastorales en los niveles diocesano, decanal y parroquial.
Infundamos esperanza a los niños, jóvenes, familias, enfermos y necesitados, de tal manera que nadie se sienta solo, sino aceptado, acompañado, amado, perdonado y miembro de nuestra familia, la Iglesia.
El obispo también expresó su preocupación por los migrantes, mencionando las posibles deportaciones masivas y los flujos migratorios provenientes del sur del país, Centroamérica y otras regiones.
Hizo un llamado a la solidaridad: Jamás el forastero pasaba la noche a la intemperie, pues tenía mi puerta abierta al caminante (Job 31, 32).
Como Iglesia Peregrina, nos toca acompañar, sostener y animar en la esperanza a toda persona y familia que lucha por su dignidad y por un mejor vivir.
Finalmente, el obispo compartió sus deseos de reconciliación y paz para el 2025, invocando una bendición para toda la comunidad: El Señor te bendiga y te proteja, haga brillar su rostro sobre ti y te otorgue su gracia; que el Señor te muestre su rostro y te conceda la paz.
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