"Inicia la era dorada de EU": Donald Trump firma decenas de decretos contra la inmigración, la agenda verde y la diversidad
Con una serie de decretos en el ámbito migratorio y seguridad fronteriza, así como la agenda verde y la diversidad, Donald Trump inició su segundo como Presidente de Estados Unidos.
En su discurso de investidura declaró que “inicia la era dorada de Estados Unidos”, frente a miles de seguidores en el Capital One Arena en Washington DC.
El primer decreto fue la derogación de 78 órdenes ejecutivas de Joe Biden. El segundo, una congelación regulatoria para que las agencias federales no emitan más normas. El tercero, congelando las contrataciones de funcionarios. Con el cuarto, suprimió el teletrabajo para los empleados federales. El quinto pidió a las agencias del Gobierno trabajar para combatir la inflación, sin mucha concreción. El sexto y séptimo, la reirada del Acuerdo de París sobre emisiones. El octavo, uno para supuestamente restaurar la libertad de expresión. El noveno, para acabar con la persecución de adversarios políticos. Luego, Trump se fue a la Casa Blanca a fimar una montaña de decretos más.
Ya antes, en el discurso en el que proclamó el inicio de una “edad de oro” en Estados Unidos, anunció una “marea de cambio”. Su alocución concretó, mucho más de lo habitual en los discursos de jura del cargo, sus medidas inmediatas.
“Hoy firmaré una serie de órdenes ejecutivas históricas. Con estas acciones comenzaremos la completa restauración de Estados Unidos y la revolución del sentido común. Todo es cuestión de sentido común”, afirmó Trump en su discurso de investidura.
Trump proclamó una emergencia nacional en la frontera con México para acabar con la inmigración ilegal en el lote de la Casa Blanca. En su discurso de investidura insistió en la idea de que muchos vienen de las cárceles y los manicomios, cuando en su inmensa mayoría son familias en busca de oportunidades que huyen de la pobreza o la represión política.
“Primero, declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. Reinstauraremos mi política de Quédate en México [que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer al otro lado de la frontera mientras se tramitan sus peticiones]. Pondré fin a la práctica de captura y liberación. Y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, dijo Trump. Nada más asumir el poder, su Administración suprimió la aplicación que permitía a los solicitantes de asilo pedir cita para acceder legalmente a Estados Unidos. Luego, llegado a la Casa Blanca, firmó los decretos correspondientes.
Declarar la emergencia permitirá a Trump implicar al ejército en la seguridad fronteriza, aunque esa medida puede ser impugnada en los tribunales, pues la ley pone estrictos límites a las Fuerzas Armadas sobre cómo pueden operar en territorio estadounidense. “Las Fuerzas Armadas, incluida la Guardia Nacional, participarán en la seguridad fronteriza, que es seguridad nacional, y se desplegarán en la frontera para ayudar al personal policial existente”, anunció el equipo de transición de Trump.
La misma fuente señaló que el Departamento de Justicia buscará la pena de muerte como castigo apropiado para crímenes en los que mueran agentes del orden y a los cometidos por “inmigrantes ilegales que mutilan y asesinan a estadounidenses”.
“Ordenaré a nuestro Gobierno que utilice todo el inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las redes criminales de bandas extranjeras, que traen una delincuencia devastadora a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos”, dijo Trump.
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