Nuevo Cártel de Juárez declara guerra en Sonora con amenaza de “limpia”

La mañana del 5 de febrero, estudiantes y docentes del Cecytes de la colonia El Mariachi, en Hermosillo, encontraron una narcomanta colgada en las rejas del plantel. El mensaje, firmado por el Nuevo Cártel de Juárez (NCDJ), anunciaba una limpia de sicarios, tiradores y surtidores, advirtiendo que “no habrá perdón para nadie”, incluyendo a funcionarios que brinden protección a grupos rivales.

El anuncio sacudió a la comunidad y alertó a las autoridades, ya que esta organización no se había manifestado en la región en los últimos años. La Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) inició un análisis del contenido y la tipografía del mensaje, detectando diferencias con otras narcomantas previas.

El comisionado de la AMIC, Carlos Alberto Flores, confirmó que el NCDJ mantiene una pelea en la zona fronteriza entre Sonora y Chihuahua, lo que sugiere una expansión hacia el centro del estado.

El narcotráfico en Sonora se encuentra en una fase crítica, con múltiples facciones criminales en pugna por el control de rutas de droga y tráfico de personas. A este conflicto se suman:

Los Chapitos, con su brazo armado Los Mata Salas, quienes han mantenido una fuerte presencia en la región.

Los Salazar, un grupo que históricamente ha operado bajo el Cártel de Sinaloa, pero que ha sufrido divisiones internas.

El Cártel de Caborca, ligado a la organización de Rafael Caro Quintero, con presencia en el desierto sonorense.

Los Rusos, fieles a Ismael “El Mayo” Zambada, concentrados en San Luis Río Colorado.

Este mosaico criminal ha generado una guerra sin tregua, con ataques, emboscadas y ejecuciones en distintos puntos del estado.

Los enfrentamientos entre estos grupos han dejado una estela de violencia en Sonora. El pasado lunes 5 de febrero, siete personas fueron asesinadas en San Luis Río Colorado en distintos ataques.

La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) ha contabilizado hasta el momento 15 homicidios dolosos en la entidad en lo que va de febrero, lo que refleja la intensidad del conflicto.

El reciente mensaje del Nuevo Cártel de Juárez podría ser el preámbulo de una nueva ola de violencia en Hermosillo y otras ciudades clave de la región.

La reaparición del NCDJ en el estado tiene múltiples implicaciones:

Mayor violencia en la disputa criminal, con ajustes de cuentas y posibles ataques dirigidos.

Mayor presión para las autoridades, que ya enfrentan dificultades en el control del crimen organizado.

Incertidumbre en la población, con posibles afectaciones a la seguridad en zonas urbanas y rurales.

Mientras tanto, los habitantes de Hermosillo, San Luis Río Colorado, Caborca y otras ciudades observan con preocupación el avance de la guerra entre cárteles.