Se debe impulsar el tratamiento del agua

El tratamiento y aprovechamiento responsable del agua debe convertirse en una prioridad para autoridades, industrias y ciudadanos, afirmó Susana Estens de la Garza, titular de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del Estado, al reconocer los retos que enfrenta la entidad ante la creciente presión sobre el recurso hídrico.

La funcionaria destacó que Saltillo cuenta con un proyecto considerado exitoso a nivel nacional, impulsado por más de 50 mil personas que aportan voluntariamente recursos para proteger las zonas de recarga en la Sierra de Zapalinamé.

Asimismo señaló que esta participación ciudadana demuestra la conciencia que existe en la región sobre la necesidad de conservar el agua.

La nueva Ley General de Aguas, aprobada por la Cámara de Diputados de México el 4 de diciembre de 2025, establece un modelo de gestión integral donde el Estado es el único administrador del agua, reconociéndola como derecho humano esencial y no como mercancía.

Al ser cuestionada sobre la reciente aprobación de la nueva Ley General de Aguas, la secretaria de Medio Ambiente, dijo que aun deben revisarla con detalle para fijar una postura, pues la iniciativa sufrió modificaciones y generó inquietud en sectores industriales ya que empresas han expresado preocupación por la falta de certidumbre en torno a los pozos, situación que podría afectar su operación.

Frente a este escenario, Estens de la Garza subrayó que se deben fortalecer estrategias como la captación de agua de lluvia y la implementación de infraestructura verde, prácticas que ya se aplican en ciudades como la Ciudad de México y que se han impulsado también en Saltillo y Torreón. El agua de lluvia no debe verse como un enemigo que provoca inundaciones, sino como un recurso que se puede dirigir y aprovechar, señaló.

También resaltó la importancia del tratamiento de aguas industriales y domésticas, y recordó que la región sureste está en transición hacia un nuevo sistema de plantas tratadoras. Sin embargo, reconoció pendientes como la línea morada inconclusa, cuyo uso sigue siendo parcial debido a la falta de acuerdos entre gobierno e iniciativa privada.

La secretaria consideró necesaria una inversión conjunta entre ambos sectores para concluir la infraestructura pendiente y asegurar el reúso del agua. Explicó que no todas las industrias consumen el mismo volumen, pero la mayoría requiere cantidades significativas; por ello, dijo, el desarrollo económico debe planearse de manera alineada con la disponibilidad hídrica de la región. La Sierra de Zapalinamé es la gran fábrica de agua de Saltillo y debe ser protegida subrayó al afirmar que el reto no solo consiste en conservar, sino en transformar la manera en que se gestiona el recurso: captarlo, tratarlo y reutilizarlo para cerrar el ciclo del agua en Coahuila.