Elecciones en Texas: Greg Abbott logra reelegirse como gobernador
El republicano Greg Abbott se mantendrá como gobernador de Texas por otros cuatro años, de acuerdo con la proyección de la agencia de noticias Associated Press, al ganarle en votos al demócrata Beto O'Rourke.
Abbott lleva en el mandato desde 2014 y en los últimos meses se ha concentrado en tres temas principales que han sido la base de sus partidarios: la prohibición completa al aborto, las armas de fuego y la inmigración.
Esta era una de las elecciones más cantadas, pues Texas es el baluarte republicano más grande del país y no elige un gobernador demócrata desde 1994. Además fue una de las campañas más caras de estas elecciones de medio término.
Abbott fortalece así su posición como posible contendiente presidencial en 2024, además lograría ser el segundo gobernador con más años de servicio en la historia del estado.
Sus posturas en inmigración y la seguridad fronteriza
Apenas a meses después de que el presidente Joe Biden fuera juramentado, Abbott emitió una declaración de desastre fronterizo, que dijo que era necesaria debido a la inacción del gobierno federal. Fue entonces que creó la Operación Lone Star.
Abbott lanzó la operación en marzo de 2021. Activistas salieron rápidamente a advertir cómo podría afectar esto a la comunidad hispana. Alicia Torres, portavoz de Grassroots Leadership, había indicado a Univision 62 que la medida de Abbott otorgó poderes a líderes locales que le corresponden a autoridades federales.
Luego, durante su campaña electoral, el mandatario comenzó a enviar inmigrantes en autobuses a varias ciudades santuario. El profesor de ciencias políticas en Rice University, Mark Jones, indicó a Univision 62 que esto se debía a una estrategia para llegar a más votantes con posturas en contra de la inmigración.
Sin embargo, la estrategia política de enviar inmigrantes en autobuses a ciudades demócratas le ha costado más de $12 millones a Texas, según el diario Texas Tribune. De acuerdo con estas cifras, el estado ha invertido más de 1,000 dólares por cada inmigrante que envía en autobús.
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