Hay más de 104 mil personas desaparecidas y no localizadas: Comisión Nacional de Búsqueda
Conforme a la información pública disponible de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), en México se tiene un registro de un total de 328 mil 449 personas desaparecidas, no localizadas y localizadas; desde el 31 de diciembre de 1952 hasta 29 de agosto del presente año.
De la mencionada cifra, 115 mil 566 personas permanecen en calidad de desaparecidas y no localizadas. De dicha cantidad, son un total de 104 mil 630 personas desaparecidas, lo que representa 90.50 por ciento; mientras que 10 mil 936 se catalogan como personas no localizadas.
Conforme a lo que refiere el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, se han localizado a 212 mil 883 personas; de las cuales 16 mil 310 fueron localizadas sin vida, mientras que 196 mil 573 han sido localizadas con vida.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas, considerando los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de México, en el estado de Coahuila se tiene un registro de tres mil 599 personas.
Mientras que estados vecinos como Tamaulipas con 13 mil 058 personas en calidad de desaparecidas y no localizadas; mientras que, en Nuevo León, tiene un registro de seis mil 735 personas Desaparecidas y No Localizadas,
En el caso de Chihuahua, se tiene una lista de tres mil 381 personas desaparecidas, mientras que en Durango es de mil casos; mientras que en el estado de Zacatecas suman tres mil 902; y San Luis Potosí, donde se contabilizan mil 099 personas desaparecidas y no localizadas.
Conforme a lo establecido por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, ocurre una desaparición forzada cuando:
Se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley.
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