Polémica cápsula para el suicidio genera múltiples arrestos en Suiza
La policía de Suiza realizó varias detenciones después de que una persona presuntamente se quitara la vida utilizando la polémica cápsula de aspecto futurista diseñada para el suicidio, en lo que parece ser el primer caso de este tipo.
Con un diseño aerodinámico, la llamada cápsula Sarco causa la muerte por asfixia cuando su ocupante libera gas nitrógeno en el interior, lo que reduce la cantidad de oxígeno a niveles letales.
La herramienta fue empleada por primera vez el pasado lunes en una zona forestal del cantón de Schaffhausen.
La Policía Cantonal confirmó que el fiscal de la jurisdicción ha abierto un proceso penal contra los detenidos por incitación y asistencia al suicidio, mientras que la cápsula ha sido incautada y el cuerpo de la fallecida trasladado a la morgue.
Según el diario Blick, la primera usuaria de la cápsula ha sido una ciudadana estadounidense de 64 años, quien durante varios años había sufrido de problemas de salud agudos relacionados con una inmunodeficiencia grave.
Para utilizar la cápsula, la persona que desea morir pulsa un botón que libera una gran cantidad de nitrógeno y sustituye al oxígeno, lo que provoca una pérdida rápida del conocimiento y la muerte en aproximadamente cinco minutos.
El dispositivo fue inventado hace siete años por el activista australiano proeutanasia Philip Nitschke y es un receptáculo de líneas aerodinámicas y cubierta transparente en el que la persona que desea morir se encierra. Según su inventor, la muerte sobreviene sin dolor.
Para promocionar este aparato se constituyó hace algunos meses la organización The Last Resort, financiada con donaciones privadas y que ha defendido que su objetivo es humano y no ganar dinero con la cápsula, para cuyo uso ha señalado que solo cobraría 20 euros, que es lo que cuesta el nitrógeno líquido que se utiliza.
Ahora esta entidad privada se enfrenta a consecuencias legales por haber dado el primer paso, pues algunos cantones -incluido el de Schaffhausen- habían advertido que abrirían diligencias penales en caso de que la cápsula fuese usada en su territorio.
En una sesión parlamentaria, la ministra suiza de Salud, Elisabeth Baume-Schneider, dijo este lunes que la cápsula no cumplía los criterios de seguridad de productos y no podía ser comercializada, y que el uso del nitrógeno en una cápsula no era compatible con la ley sobre productos químicos.
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