La meta de nosotros es cruzar a EU, pero estamos en manos de Dios, dice migrante venezolana al llegar a Piedras Negras
A unas horas de haber arribado a Piedras Negras luego de cuatro meses de viajar caminando desde Venezuela, un grupo de adultos mayores, menores y adultos acudieron a las instalaciones de la Casa del Migrante para recibir apoyo de alimento y orientación.
Una de las mujeres accedió a relatar la situación por la cual han pasado en los últimos meses, pues viaja con su esposo y sus dos hijos, así como sus hermanas y los hijos de esta, además de sus padres, que son adultos mayores.
Somos opositores al régimen. Es lo principal que nos llevó a salir del país, incluso al llegar a Tapachula, al día siguiente nos informaron que a uno de mis tíos lo habían matado, precisamente por eso, por ser dirigente político de la oposición, movilizaba personas; lo asesinaron a tiros y acá estamos, indicó la mujer venezolana.
Detalló que, en realidad, el venezolano no deja la casa o la comodidad porque quiere o por un sueño americano, pues la mayoría cuenta con casa propia; sin embargo, en su caso, hubo la necesidad de salir para resguardar su vida y la de sus hijos.
Indicó que, para ello, vendieron casa y bienes y con ese recurso pudieron trasladarse, aunque fueron víctimas de robo en dos ocasiones al cruzar por la Selva del Darién.
Allí vivimos experiencias muy feas. Las mujeres son violadas, incluso niñas de 11 y 13 años fueron violadas; se dice que es la segunda selva más hostil del mundo, una cosa es lo que se puede leer en las noticias o en los informes y otra cosa es lo que se vive allí, es horrible, relató la migrantes.
Tras dar Gracias a Dios por haber salido de esa selva, sin dinero y sin nada, esperan que todo les salga bien. Al momento de la entrevista, aún no acudían al río Bravo ni sabían en dónde se encontraba.
El tipo de movilidad que hemos tenido es que hemos tenido que trasladar a pie y eso, por los niños ha sido muy duro; pero Gracias a Dios, vuelvo y repito estamos todos con vida, estamos bien, concluyó su relato la mujer migrante.
Compartir nota