‘Florecen’ aplicaciones digitales para préstamos y extorsiones en México

Más de 660 aplicaciones digitales han sido identificadas en el país como entes o “empresas” que ofrecen préstamos inmediatos, sin embargo, las personas solicitantes son víctimas de intereses estratosféricos, y luego sufren amenazas por falta de pago.

Jericó Abramo Masso, diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), explicó que en años recientes surgieron aplicaciones digitales que ofrecen préstamos con montos de 500 a 20 mil pesos o más.

La oferta de estos préstamos se realiza mediante redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, o a través del reparto de volantes en la calle y anuncios de ocasión en medios impresos.

El gancho es que la autorización es prácticamente inmediata, por lo que en unos minutos u horas se obtiene el préstamo vía transferencia electrónica; mecanismo que tiene un crecimiento exponencial ante la necesidad y el apremio de la gente.

La situación económica está llevando a muchas familias a una situación de sobregasto, pues el poder adquisitivo o los niveles de ingresos no son lo suficientes para cubrir los gastos de tipo personal y familiar, lo que lleva a buscar la manera de atender esa necesidad, indicó.

“La inflación afecta los productos más indispensables para las familias, la canasta básica se encuentra al alza, con una baja sensible en el poder adquisitivo”, comentó el legislador.

UNA FORMA DE EXTORSIÓN

Para enfrentar la situación, las personas recurren a los préstamos formales, si no cubren los requisitos deben acudir a los informales, que en cuestión de minutos o en el mismo día lo entregan con altas tasas de interés, pero luego utilizan la misma información proporcionada por el cliente para extorsionarlo.

“Cuando se solicita el préstamo mediante las aplicaciones, una de las condiciones es aceptar que pueden tener acceso a los contactos, las galerías de fotos y en general a la información privada que se encuentra en los dispositivos de telefonía celular.

“Luego amenazan a los deudores con exhibir las fotos, videos, conversaciones o con llamar a los contactos para cobrarles o difamar a quien debe, extorsión que se conoce como “montadeuda”.