“Iba a reunirme con gobernador de Sinaloa y diputado electo cuando fui emboscado”, asegura El Mayo Zambada
El narcotraficante mexicano Ismael “El Mayo” Zambada reveló en una declaración escrita que el día en que fue capturado iba a reunirse con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y el diputado electo Héctor Melesio Cuén Ojeda, asesinado horas antes de que Zambada llegara a Estados Unidos.
Según la declaración difundida por su defensa, Zambada no se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses, sino que fue víctima de una trampa organizada por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera. “Iba a una reunión para resolver disputas entre líderes políticos en Sinaloa. Estaba previsto que participaran Rubén Rocha, Héctor Melesio Cuén e Iván Guzmán Salazar”, explicó Zambada.
El narcotraficante relató que llegó temprano al rancho en Culiacán donde se llevaría a cabo la reunión y vio a hombres armados que inicialmente pensó eran aliados. “Pedí a parte de mi equipo de seguridad que cuidaran el perímetro. Dos entraron conmigo. Confié en los involucrados, incluyendo a Joaquín Guzmán López, quien me llevó a una zona del rancho donde fui emboscado y golpeado”, dijo Zambada. Añadió que sufrió abuso psicológico, daños en la espalda y fue forzado a abordar un avión privado.
La Fiscalía de Sinaloa había informado que Cuén fue asesinado en un asalto en una gasolinera, pero Zambada afirmó que el empresario fue asesinado en el lugar de la reunión.
La embajada de Estados Unidos en México confirmó el viernes que Joaquín Guzmán López se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses a finales de julio. En un comunicado, el embajador Ken Salazar explicó que no se utilizaron recursos estadounidenses en la captura de Zambada, y que no se presentó ningún plan de vuelo para el trayecto de Sinaloa a Nuevo México. La captura de Zambada y Guzmán López en un aeródromo privado cerca de El Paso (Texas) representa un golpe significativo para el tráfico de drogas en Estados Unidos y México.
Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán, enfrenta múltiples cargos por tráfico de drogas, incluido el fentanilo. La captura de Zambada y Guzmán López se considera una victoria importante en la lucha contra el tráfico de drogas sintéticas, según Salazar. Zambada se declaró no culpable de los cargos en su comparecencia ante el tribunal estadounidense.
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