Mueren 21 mujeres cada día en México por cáncer de mama

Cada 24 horas fallecen 21 mujeres por cáncer de mama en México, lo que equivale a 7,973 decesos al año, consolidando esta enfermedad como la principal causa de mortalidad por neoplasias malignas en el país.

Estamos viendo un incremento alarmante en la tasa de mortalidad, indicó Juan Enrique Bargalló Rocha, jefe del Departamento de Servicios de Tumores Mamarios en el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN).

Entre los factores de riesgo para desarrollar este tipo de cáncer destacan los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, la obesidad, las adicciones como el tabaquismo, y la predisposición genética. Sin embargo, Bargalló subraya que aún existen casos cuyo origen no es claro, especialmente en mujeres jóvenes. 

El 30% de los casos no tiene una explicación precisa, no necesariamente son genéticos. Estamos viendo un aumento en la incidencia en mujeres de 20 a 30 años, explicó.

Aproximadamente, en México se diagnostican 25 mil nuevos casos de cáncer de mama al año. La mastografía es el principal estudio para su detección temprana, recomendada para mujeres entre los 40 y 69 años. Fuera de ese rango, el diagnóstico es menos confiable debido a la densidad del tejido mamario. Esta situación deja en vulnerabilidad a un sector de mujeres jóvenes que podrían desarrollar la enfermedad antes de los 40.

Gabriela, una mujer que fue diagnosticada con cáncer de mama antes de cumplir 30 años, compartió su experiencia al recibir tratamiento oportuno. Tuve una cirugía conservadora, 45 sesiones de radioterapia y cinco años de hormonoterapia. Aunque parezca sencillo, la hormonoterapia es compleja; induce una menopausia química a los 30 años, lo cual genera muchas secuelas, detalló.

Un tema adicional que preocupa en México es la falta de mastógrafos suficientes para atender a más de 20 millones de mujeres de 40 a 69 años. Según el INEGI, existen solo 1,281 aparatos en el país, y muchos no están debidamente calibrados. Además, hay solo 1,043 oncólogos en el sistema público, con una distribución desigual: la Ciudad de México concentra el 31% (321 especialistas), mientras que estados como Quintana Roo cuentan con apenas cinco.

A pesar de estos desafíos, Bargalló enfatiza la importancia de acceder al tratamiento, sin importar la etapa en que se diagnostique el tumor. Con el tratamiento adecuado en el momento oportuno, incluso en etapas avanzadas, podemos obtener resultados favorables, señaló.

Sin embargo, pacientes como Susana, de 42 años, enfrentan dificultades. Tuve que reprogramar una quimioterapia porque no había el medicamento necesario. Retrasar el tratamiento puede ser grave, comentó.

Además del diagnóstico y tratamiento, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se está haciendo un esfuerzo por ofrecer cirugías reconstructivas y técnicas de micropigmentación de areola-pezón para las sobrevivientes.