Elon Musk aviva debate sobre el financiamiento de EU en investigaciones sobre Covid-19
Elon Musk, conocido por sus posturas polémicas y su impacto en redes sociales, ha desatado un nuevo debate global tras una reciente declaración. A través de su cuenta en X (antes Twitter), el magnate afirmó que el gobierno de Estados Unidos, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), financió investigaciones que podrían haber contribuido a la creación del Covid-19 en laboratorios chinos.
Según Musk, USAID habría canalizado fondos hacia EcoHealth Alliance, una organización que, presuntamente, utilizó esos recursos para investigar coronavirus en el Instituto de Virología de Wuhan, China. En su mensaje, el empresario sugirió que estos fondos, provenientes del erario público estadounidense, habrían sido destinados a estudios relacionados con armas biológicas, incluyendo aquellas vinculadas a la pandemia que sacudió al mundo.
Documentos oficiales revelan que entre 2014 y 2019, USAID otorgó más de 53 millones de dólares a EcoHealth Alliance, organización involucrada en investigaciones de ganancia de función, una práctica científica que busca modificar virus para hacerlos más infecciosos en humanos. Este tipo de estudios ha sido objeto de críticas a nivel mundial debido al riesgo de que patógenos manipulados escapen de laboratorios y desaten crisis sanitarias.
La controversia se centra en el laboratorio de Wuhan, señalado en múltiples ocasiones como posible origen del Covid-19. Las acusaciones sobre la participación de USAID en la financiación de estos estudios han generado nuevas dudas sobre el papel del gobierno de EE.UU. en la pandemia, así como sobre la transparencia de las agencias de inteligencia.
El presunto vínculo entre USAID y la CIA ha sido objeto de especulación durante años. Informes históricos sugieren que la Agencia Central de Inteligencia ha utilizado a USAID como una fachada para operaciones en el extranjero. John Gilligan, exdirector de la agencia, llegó a admitir que USAID estaba infiltrada de arriba a abajo por personal de la CIA. Estas declaraciones han alimentado teorías que relacionan la financiación de programas de investigación biológica con intereses estratégicos de inteligencia.
Uno de estos programas es PREDICT, financiado por USAID entre 2009 y 2019, cuyo objetivo era identificar virus zoonóticos, es decir, aquellos que pueden transmitirse de animales a humanos. Aunque el programa logró detectar más de 1,200 nuevos virus y capacitó a investigadores en la detección de enfermedades emergentes, algunos analistas han señalado que también proporcionó una vía de acceso para la infiltración de instalaciones de investigación biológica en distintos países.
El punto más polémico de las declaraciones de Musk es su acusación de que el gobierno de EE.UU. ocultó información sobre los orígenes del Covid-19. Según su postura, reconocer que el virus podría haber surgido de investigaciones financiadas por Washington habría implicado exponer un posible papel de la CIA en el desarrollo del patógeno, lo que no solo dañaría la imagen del gobierno estadounidense, sino que también afectaría sus relaciones con China.
Las declaraciones del empresario han provocado una ola de reacciones a nivel mundial. Mientras algunos sectores exigen mayor transparencia en las investigaciones científicas financiadas con fondos públicos, expertos en salud y ciencia advierten sobre la proliferación de teorías de conspiración que solo aumentan el escepticismo sobre la información oficial.
Más allá de las controversias y acusaciones, la pandemia de Covid-19 sigue dejando más preguntas que respuestas. A medida que el mundo intenta esclarecer el origen del virus, las revelaciones de Musk refuerzan la necesidad de un análisis más profundo sobre la interacción entre gobiernos, agencias de inteligencia y el ámbito científico.
Compartir nota