Superando obstáculos: la historia del pequeño Diego y su madre en la lucha por la inclusión

Seguimos en el mes dedicado al Autismo y Noticieros Rancherita del Aire le presenta una entrevista con Cristina Espinoza Rivera, madre de Diego, un pequeño de siete años que sigue luchando con el aprendizaje del control de esfínteres, lo que no le permite asistir a tiempo completo a una escuela regular como lo hacía hasta hace unas semanas.

Ha sido un camino difícil, porque al menos en el caso de Diego han sido muchas trabas educativas por la cuestión del pañal. Seguimos en la lucha del aprendizaje de control de esfínteres y eso es un obstáculo muy grande para las escuelas, explicó Cristina.

Durante el ciclo escolar lo habían estado aceptando en jornada completa, permitiéndole que ella acudiera dos veces al día a hacer un cambio de pañal, pero que desde hace unas semanas atrás ya no se lo permitieron, por lo que Diego solo asiste dos horas a la escuela regular, lo que atrasa su aprendizaje.

No es que no me aplique a enseñarlo, no es que le eche menos ganitas como mamá. Cada niño es diferente, por eso mismo es espectro autista, cada niño es único y si yo me pusiera a contar todo lo que hemos hecho para que él aprenda serían muchos, dijo Cristina.

Ella se siente desesperada porque ha habido un avance en él, pero ahora que le limitaron el tiempo siente que se le está limitando por parte del plantel educativo.

En mi caso seguimos luchando por la inclusión, por la empatía, porque no nos lo vean raros como niño chiflado, que la mamá no se aplicó o que le eche más ganitas. Yo creo que tenemos que empezar por nosotros mismos.

El hecho es la paciencia, la tolerancia, el respeto, el ser prudentes con los comentarios hirientes que a veces hacen. Es combatir con la ignorancia, y no nada más este día, porque nosotros dormimos con nuestro hijo con esta condición y nos modifica totalmente nuestra vida, nuestro entorno, nuestros planes. Dejamos de ejercer nuestra profesión por estar 24/7 con ellos, expresó la madre de Diego.

Dijo que es difícil para cualquier mamá por el trastorno del sueño que tiene cada niño, el acudir a las terapias diariamente para solo ver avances pequeños, pero que para ellos son muy grandes.

Diego ha avanzado mucho en el habla. Nos puede contestar varias preguntas, puede integrarse en el salón muy bien y acata indicaciones. Esto ha arrojado la constancia en las terapias, finalizó.