Familiares exigen justicia por la muerte de Marcos Gamiz en trágico accidente vial
Un joven que regresaba en bicicleta de una entrevista de empleo en el Banco de Alimentos perdió la vida luego de un trágico accidente vial ocurrido el pasado 24 de junio en Piedras Negras, por lo que su familia exige justicia y que el responsable de la cara.
Marcos Gamiz Ávila falleció a la edad de 34 años, dejando a cuatro hijos, una esposa, hermanas y familiares en duelo permanente, quienes cuatro días después, al recuperar el aliento, organizaron una marcha en las calles de Piedras Negras para exigir justicia.
Cabe recordar que los hechos ocurrieron el pasado lunes, en el cruce del libramiento Venustiano Carranza y bulevar Centenario, donde el conductor de una camioneta Dodge Gran Caravan chocó con el ciclista y huyó, dejándolo a su suerte.
Adrián fue arrestado minutos más tarde, pero tras las 48 horas de ley y los resultados del peritaje terrestre, así como testimonios recabados, se determinó su libertad por las autoridades, eximiéndolo de responsabilidad legal.
Por esta razón, familiares y amigos realizaron una marcha desde la rotonda del Ejido Piedras Negras hasta la Presidencia Municipal, donde pedían que el conductor diera la cara y desmintiera que había tenido acercamiento con ellos para apoyarlos con los gastos funerarios.
María del Pilar Gamiz, hermana de Marcos, tildó de injusto que el conductor obtuviera su libertad luego del trágico desenlace, además, asegura que este nunca tuvo acercamiento con ella o alguien de la familia y que no habían recibido ninguna suma de dinero como se dijo.
Por su parte, Sandra Lorena Ramírez Zúñiga, esposa de Marcos, dijo entre lágrimas y rabia, que su esposo no era un animal para que lo dejara ahí tirado, y que la historia sería otra si el conductor hubiera permanecido en la escena y llamado a emergencias desde un inicio.
Marcos Gamiz deja a cuatro hijos de 14, 12, 11 y 3 años sin el sustento de un hombre, que según su propia familia, se desvivía y hacia de todo por darles una vida digna y feliz, pero ahora hay un hueco que nunca será llenado.
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