Obispo revela la anécdota que más lo ha marcado desde que llegó a Piedras Negras

Ahora que cumplió un año desde que llegó a esta región norte del estado de Coahuila, la Rancherita del Aire preguntó al obispo de la Diócesis de Piedras Negras por la anécdota que más recuerde de lo que ha vivido durante este tiempo.

Monseñor Alfonso Gerardo Miranda Guardiola indicó que en estos pocos meses ya tiene muchas historias importantes que lleva en su memoria, sin embargo, una es la que más atesora.

Si tuviera que escoger de todas, me quedo con una que tocó fuertemente mi corazón, externo.

El obispo dijo que en uno de sus viajes por la región Carbonífera, en su trayecto de Palaú hacia Esperanzas para encabezar una misa de confirmaciones, en medio de una pequeña carretera secundaria, en medio de la nada, alcanzó a notar a una mujer que trataba de llamar su atención.

Yo iba platicando con el matrimonio que me acompañaba y en un instante, solo Dios lo puede hacer, en ese instante que volteé un poco la vista alcance a ver a una señora que saludaba a la orilla del camino entre terracería, piedras, arbustos y una reja de alambres.

Explicó que pidió al conductor que se detenga para acercarse a la mujer quien estaba llena de júbilo.

Como si tuviese su Dios a un lado, le habla para agradecerle, le dice, gracias señor, sé que me ibas a escuchar y pues yo estaba ahí viendo a la señora que estaba llorando, le dije a la señora, Dios está con usted.

Monseñor señaló que la mujer no buscaba nada más que acercarse al obispo y lo logro en el lugar menos probable, algo que calificó que una prueba de hechos que solo Dios puede lograr.