México reduce la pobreza en 13.4 millones de personas
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que 13.4 millones de mexicanos dejaron atrás la pobreza entre 2018 y 2024, período que abarca la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2024, el número de personas en situación de pobreza se situó en 38.5 millones, frente a los 51.9 millones registrados en 2018. Esta estimación considera no solo los ingresos económicos, sino también otros factores como acceso a vivienda, educación, salud y alimentación, lo que se conoce como pobreza multidimensional.
El reporte destaca varios avances importantes:
El ingreso corriente promedio trimestral de los hogares aumentó 15.7 %, pasando de 67,319 a 77,864 pesos entre 2018 y 2024.
La reducción de la pobreza ocurrió en los 32 estados, aunque fue desigual: en Baja California, Colima, Coahuila, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua se registraron disminuciones mayores al 40 %, mientras en Chiapas fue apenas del 7.2 %, seguido por Tlaxcala (9.9 %), Guerrero (12 %) y Oaxaca (14.4 %).
En zonas urbanas, 9 millones de personas dejaron de estar en pobreza (de 34.5 a 25.5 millones), y en zonas rurales, la reducción fue de 4.4 millones.
La pobreza extrema retrocedió de 8.7 millones a 7 millones de personas, equivalente a una disminución del 7 % al 5.3 % de la población. La pobreza moderada disminuyó en 11.7 millones de personas.
Se registró una reducción en cinco de las seis carencias sociales; la única que aumentó fue la falta de acceso a servicios de salud. En total, 44.5 millones de personas siguen sin servicios sanitarios, y 24.4 millones más perdieron ese acceso entre 2018 y 2024.
También hubo avances en alimentación nutritiva: 8.8 millones de personas dejaron de sufrir esa carencia.
La especialista Claudia Maldonado señaló que, sin las transferencias gubernamentales, la pobreza multidimensional habría alcanzado el 32.8 % en 2024 (frente al 29.6 % real), y la pobreza extrema habría sido del 6.9 % en lugar del 5.3 %.
Estas cifras reflejan mejoras sustanciales, aunque persisten desafíos en salud y desigualdad regional.
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