Tren Maya: el megaproyecto que aún no cumple su promesa de prosperidad
El Tren Maya fue presentado como una obra capaz de detonar desarrollo económico y social en las comunidades más marginadas del sureste del país. Sin embargo, a casi dos años de su inauguración parcial, los beneficios prometidos no han llegado con la magnitud esperada.
Aunque la ruta abarca más de 1,500 kilómetros e implicó una inversión multimillonaria, habitantes de los estados por donde pasa señalan que los servicios básicos -como salud, educación, transporte público y obras locales- no han mejorado. La expectativa de crecimiento económico tampoco se ha reflejado en las familias que viven cerca del proyecto.
En estados como Yucatán, pobladores aseguran que el tren circula, pero no ha transformado su entorno. Las carencias persisten y las oportunidades laborales generadas han sido temporales o insuficientes para cambiar su realidad.
Especialistas y organizaciones locales advierten que existe un contraste evidente entre el tamaño de la obra y los resultados sociales obtenidos. Mientras el tren se promociona como el motor de desarrollo del sureste, las comunidades más pobres siguen esperando que la prosperidad prometida verdaderamente llegue.
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