Maltrato psicológico ya es delito; el número de detenidos por violencia familiar se ha duplicado
La fiscal de las mujeres y la niñez en Coahuila, Katy Salinas Pérez, anunció que en Coahuila el maltrato psicológico dentro de la familia ha dejado de ser considerado una falta administrativa y ahora es tratado como un delito, lo cual ha permitido que el número de personas detenidas por violencia familiar prácticamente se duplique en comparación con el año anterior.
En Coahuila ya no más: golpear o maltratar a una mujer psicológicamente en casa es un delito y esto impulsa a que tengamos el doble de personas detenidas comparadas con el año pasado, dijo.
En entrevista, la funcionaria subrayó que el nuevo enfoque legal busca garantizar justicia para las mujeres que sufren agresiones dentro del hogar, ya que anteriormente muchas de estas situaciones quedaban impunes al tratarse solo de sanciones administrativas.
Explicó que esta medida forma parte de una serie de estrategias implementadas por la Fiscalía General del Estado para fortalecer la respuesta ante casos de violencia familiar, entre ellas, la detención rápida de agresores y la integración de carpetas de investigación en menos de 48 horas, con órdenes de aprehensión emitidas incluso en menos de 24 horas.
Salinas Pérez también destacó la gravedad de que padres o madres impongan condiciones a sus hijos que los expongan a relaciones sexuales tempranas, al consumo de alcohol o a situaciones de explotación, ya que esto puede constituir delitos de corrupción de menores o incluso trata, considerados entre los más graves en el país.
Reiteró el llamado a madres y padres a ejercer una paternidad y maternidad responsables, resaltando que la familia, en todas sus formas, es la base de la sociedad y que su deterioro contribuye a que ocurran delitos contra niñas, niños y adolescentes.
Detalló que entre el 12 y el 14 por ciento de las carpetas iniciadas en lo que va del año corresponden a delitos sexuales contra mujeres y menores, y que muchos de estos casos provienen del sector rural, donde también se han detectado casos de incesto, principalmente entre hermanos, aunque son pocas las denuncias formales.
Salinas Pérez señaló que como parte de la estrategia de prevención del feminicidio se ha realizado el desarme de agresores con cateos en sus domicilios, logrando retirar armas de fuego a por lo menos ocho personas en los últimos meses, una medida que calificó como una acción directa y precisa para evitar tragedias.
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