De un juego a campeones de robótica, despegan nigropetenses en el RoboRave México

Los estudiantes de Mantenimiento de Sistemas Automáticos, Dylan Rodrigo Vázquez Durán, Jorge Reyes y Sergio Piñuelas Chávez, un día empezaron jugando a crear un robot en el Conalep Piedras Negras y, al otro, ganaron el campeonato de “Sumobot 1 kg” del RoboRave México 2025, en Puerto Vallarta, Jalisco.

Con tan solo 16 años de edad, estos tres jóvenes promesa crearon una pequeña bestia robot que nombraron “Chiquito Pero Picoso”, por el contraste entre sus características físicas y su desempeño en batalla, que les consiguió un lugar en el RoboRave World Championship 2026, en Japón.

El team “Los Chiquios”, como se hicieron llamar, dijeron a Noticieros Rancherita del Aire que, a pesar de que no tenían contacto previo con la robótica, un profesor los impulsó a competir localmente y, sin darse cuenta, se enfrascaron en una odisea llena de satisfacción y orgullo, que apenas comienza.

“Pues a mí siempre me ha interesado, más nunca lo había intentado, no más veía a mi hermano. Con mi hermano yo aprendí la mayoría de lo que sé, y yo nunca pensé en meterme hasta que mi asesor dijo: va a haber un concurso. Yo estaba indeciso y me dijo mi hermano: métete, es una experiencia muy padre, y gracias a él yo me metí; empezamos como un juego”, narró Dylan Vázquez.

Por su parte, Jorge Reyes coincidió en que no había tenido contacto con la robótica. “Siempre me había gustado saber cómo funcionaban, pero nunca lo había tenido en mis manos para poder hacer yo algo que sirviera para algo, como en este caso, un robot”.

En el caso de Sergio Piñuelas, ya había tenido acercamiento a la robótica a través de familiares, pero nunca había desarrollado ningún proyecto. Reconoció que, como a sus compañeros, siempre lo atrajo el tema, pero nunca había creado un robot.

“Empecé a ver que estaban haciendo un robot y me empecé a acercar con ellos, y luego me dijeron. Pues yo empecé a soldarles y fue donde empecé a involucrarme, porque yo no estaba en el equipo y fue donde decidieron agregarme”, dijo Sergio.

Coinciden en que, al competir y ganar en el Instituto Politécnico de Piedras Negras, fue la primera impresión, donde supieron que ya no podrían detenerse y tendrían que subir de nivel sus habilidades para la competencia en Saltillo, Coahuila.

Fue en la etapa estatal que se dieron cuenta del nivel de dificultad, ya que sus oponentes estaban determinados a ganar, siendo derrotados en la eliminatoria final por los estudiantes del Conalep Frontera, quienes ganaron el pase al “RoboRave México”.

Sin embargo, aún no acababa el sueño, ya que los organizadores decidieron otorgarles el pase también a “Los Chiquios”, para competir en Puerto Vallarta, Jalisco, llenándolos de emoción y orgullo, pero también de nerviosismo y temor por lo que enfrentarían.

“Fue como que la mejor emoción que hemos tenido, yo por mi parte, verdad, el haber ganado ese pase, ya que no nos lo esperábamos y fue lo más padre”, puntualizó Piñuelas.

La experiencia que han vivido Dylan, Jorge y Sergio cambió la visión que tienen de la vida, y recomendaron a los jóvenes no rendirse, para aquellos que se encuentren con problemas o frustrados por no conseguir cumplir sus sueños.

“Sigan intentando, que todo lleva a algo, que siempre hay una manera de salir adelante. Una cosa que les guste, que la sigan haciendo y que nadie los detenga; no hay un motivo por qué quedarse estancado en un mismo lugar”, dijo Sergio.

Jorge recordó una frase que lo marcó hace tiempo: “El no, tú ya lo tienes ganado; el no te lo van a dar en cualquier lugar, así que hay que ir por el sí y darlo todo”, que pudiera ayudar a otros a seguir luchando por sus sueños.

“La verdad, que le echen muchas ganas a lo que quieran, que les guste, porque también puede ser que empiece como un juego, como nosotros, que lo empiecen como una forma de distraerse y que al final eso los puede llevar muy lejos”, recalcó Dylan.

“Los Chiquios” aseguraron que traerán a Piedras Negras la victoria del campeonato mundial; incluso dijeron que deben considerar tener una vitrina, porque van a traerse muchos trofeos.