Masiva huelga ferroviaria en EU amenaza con dar duro golpe a la economía
Una inusual huelga ferroviaria nacional (que podría ser la mayor en cerca de 30 años) podría comenzar tan pronto como este viernes: unos 60,000 miembros de los sindicatos de trabajadores de trenes frenarían sus actividades. Mientras esta amenaza puede ser un enorme dolor de cabeza para el gobierno de Biden y asestar un golpe a la economía, otro freno de actividades en el sector de la salud en Minnesota también genera inquietud (por ahora) a nivel estatal.
Los jefes de los sindicatos, que representan a ingenieros y conductores, el sindicato de Sheet Metal, Air, Rail and Transportation Workers y el Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen, indicaron este domingo la decisión de comenzar a frenar los transportes de carga esta semana.
¿Cuál es el problema con los sindicatos ferroviarios? ¿Y qué tiene que ver el gobierno de Biden?
El gobierno de Biden viene haciendo grandes esfuerzos por lograr un acuerdo entre las partes: los sindicatos y las ferroviarias.
El secretario de Trabajo, Marty Walsh, ha sido central en los intentos por instar a un acuerdo entre los sindicatos y los operadores ferroviarios de carga. El Consejo Económico Nacional de Biden ha celebrado constantemente reuniones sobre el tema también.
El presidente Biden logró evitar una huelga hace dos meses al imponer un período de 'gracia' para desentramar la situación, durante el cual un panel llamado Junta Presidencial de Emergencia (PEB, por sus siglas en inglés) analizó los temas en disputa en las negociaciones y emitió recomendaciones.
El PEB recomendó múltiples acciones por debajo de lo que piden los sindicatos, pero por encima de lo que ofrecían las gerencias, incluyendo un aumento inmediato del 14% para trabajadores, retroactivos y futuros.
El problema es que ese período de 'gracia' de 60 días vencerá a las 12:01am ET de este viernes, y Biden no tiene el poder para evitar una huelga. El poder de actuar es del Congreso que puede evitar un paro ya sea imponiendo un acuerdo a las dos partes o extendiendo el actual período de 'gracia'.
Con la economía aún tratando de sanar los problemas de la cadena de distribución que se desataron por la pandemia, una huelga de transporte a este nivel sería una pésima noticia.
La agencia de noticias AP reseña que los principales ferrocarriles de carga, en un intento por ejercer presión sobre los sindicatos y el Congreso, dicen que la hielga podría costar a la economía más de $2,000 millones al día e interrumpiría las entregas de todo tipo de mercancías y el tráfico de pasajeros en todo el país.
El grupo comercial de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses emitió la semana pasada un informe que estima las terribles consecuencias de una huelga. Su informe se produjo un día después de que el secretario de Trabajo, Marty Walsh, participara en las conversaciones en un intento por llegar a un acuerdo.
Cinco de los 12 sindicatos involucrados que en conjunto representan a unos 115.000 trabajadores han anunciado acuerdos tentativos que cubren a más de 21,000 trabajadores basados en un conjunto de recomendaciones que hizo un panel especial designado por el presidente Joe Biden el mes pasado. Pero varios sindicatos clave resisten con la esperanza de que los ferrocarriles acepten ir más allá de esas recomendaciones y abordar algunas de sus preocupaciones sobre las condiciones laborales, señala AP.
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