Inicia el camino hacia la elección del nuevo pontífice tras el funeral del Papa Francisco
Luego de la sepultura del Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, la Iglesia Católica se prepara para uno de los momentos más trascendentales de su historia: la elección de un nuevo Papa. El proceso para nombrar al sucesor de Jorge Mario Bergoglio ya está en marcha y será seguido con atención por millones de fieles en todo el mundo.
De acuerdo con las normas vigentes, tras la muerte de un pontífice, el Cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después de su fallecimiento. Este lapso permite a los 120 cardenales electores, menores de 80 años, viajar desde distintas partes del mundo hasta la Ciudad del Vaticano.
Durante este tiempo, se celebrarán varias reuniones llamadas congregaciones generales, en las cuales los cardenales discutirán los principales retos que enfrenta la Iglesia y perfilarán las cualidades que debe tener el próximo Papa.
Una vez iniciadas las votaciones en la Capilla Sixtina, los cardenales emitirán hasta cuatro votaciones diarias (dos por la mañana y dos por la tarde). Para que un candidato sea elegido, deberá reunir dos tercios de los votos.
Este Cónclave será especialmente observado debido a varios factores: Francisco fue un Papa reformista, preocupado por temas como la inclusión, la pobreza, el medio ambiente y la renovación interna de la Iglesia. El nuevo pontífice podría ser alguien que continúe esa visión o, por el contrario, que impulse una línea más tradicional.
Además, el hecho de que Francisco era latinoamericano abrió la puerta para considerar candidatos de regiones antes poco representadas en el papado, lo que añade expectativas sobre una posible elección de un Papa africano o asiático.
¿Quiénes son los posibles sucesores?
Aunque los cardenales suelen ser discretos respecto a sus intenciones, de acuerdo con IA algunos nombres suenan como favoritos:
Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, conocido por su habilidad diplomática.
Cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, apreciado por su cercanía a los temas sociales y su experiencia pastoral.
Cardenal Luis Antonio Tagle, originario de Filipinas, carismático y visto como una figura capaz de tender puentes entre Oriente y Occidente.
Cardenal Peter Turkson, de Ghana, quien representaría un giro hacia África, un continente de rápido crecimiento católico.
El nombre que adopte el nuevo pontífice será simbólico y podría ofrecer pistas sobre el rumbo de su pontificado. Algunos analistas consideran que, en homenaje, podría elegirse un nombre relacionado con Francisco, como Francisco II. Sin embargo, también se ha especulado sobre nombres tradicionales como Juan Pablo o León.
Si el Cónclave inicia entre 15 y 20 días después del fallecimiento de Francisco, es probable que para mediados o finales de mayo de 2025 se conozca el nombre del nuevo Papa. Tradicionalmente, los cónclaves recientes han durado pocos días: el que eligió a Benedicto XVI duró dos días, mientras que el que eligió a Francisco tomó apenas cinco votaciones.
En cuestión de semanas, el mundo verá salir humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando que habemus Papam, y con ello, el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica.
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