Trump refuerza presencia militar en el Caribe y aumenta tensiones con Venezuela
El gobierno de Donald Trump ha intensificado su despliegue militar en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico, pero analistas y funcionarios advierten que la verdadera meta podría ser aumentar la presión para sacar del poder al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
El Pentágono envió a Puerto Rico diez cazas furtivos F-35 y mantiene en la región una flota de ocho buques de guerra, submarinos y más de 4,500 efectivos, además de fuerzas especiales con capacidad para operaciones dentro de Venezuela. Esta acción se da tras ataques recientes de Estados Unidos contra embarcaciones señaladas por Washington de traficar drogas, en los que murieron varias personas.
El secretario de Estado, Marco Rubio, calificó a Maduro de “fugitivo de la justicia estadounidense” y recordó que existe una recompensa por su captura. Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que los “narcoterroristas” serán rastreados y eliminados en cualquier lugar del hemisferio.
Maduro denunció los ataques como “crímenes alevosos” y acusó a Estados Unidos de intentar provocar una guerra. Mientras tanto, especialistas consideran que la operación excede un esfuerzo antidrogas y podría representar una estrategia de “cambio de régimen” al estilo de intervenciones militares pasadas en la región.
En el Congreso estadounidense, legisladores demócratas cuestionaron la legalidad de los ataques y advirtieron que la Casa Blanca no ha presentado pruebas claras que sustenten las acusaciones contra las embarcaciones destruidas. A la par, circula un proyecto de ley que daría a Trump amplios poderes para emprender acciones militares contra cárteles y gobiernos que los respalden.
La presencia militar de Estados Unidos mantiene en alerta a América Latina, donde observadores consideran los ataques como “disparos de advertencia” que podrían derivar en una escalada mayor.
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