Hay en Coahuila al menos 8 mil niños con autismo
Coahuila cuentan con al menos 8 mil niños de entre 0 y 15 años con Trastorno del Espectro Autista.
Sin embargo, aun existe gran desinformación entre la sociedad, instituciones y gobierno.
Las madres de los menores autistas consideran que hay muy poca empatía en la sociedad, así como la falta de preparación del personal de instituciones educativas, quienes no saben cómo lidiar con los niños.
Tal es el caso de Oliver, quien fue diagnosticado hace unos meses luego de que el personal de la institución privada a que acudía alertará a su madre, Briseida, sobre su comportamiento, que no era igual al del resto de los niños.
A la edad de tres años el niño presentaba irritabilidad ante ruidos fuertes, lo que provocaba un constante llanto, además de tener dificultades para hablar, por lo que sugirieron hacer los estudios correspondientes.
“Lo llevamos al pediatra de cabecera quien nos dijo que él niño estaba en perfecto estado, por lo que decidió mandar a hacer los estudios que arrojaron que Oliver es Autista”, señaló Briseida.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 160 niños en el mundo presenta autismo, sin embargo, la cifra ha aumentado los últimos años.
Se estima que, en México, alrededor del 1 por ciento de la población infantil vive con esta condición, aunque la incidencia en la vida adulta y durante la adolescencia aún requiere de mayor investigación.
Hasta el 2020, según datos del INEGI, la población infantil en Coahuila era de 877,124 niñas y niños de 0 a 15 años, por lo que alrededor de 8 mil 700 niños podrían padecer este trastorno.
Tras el diagnostico, Briseida señaló que no sabían a donde acudir para solicitar el apoyo necesario para su pequeño hijo, ya que hay muy poca información sobre el tema.
Aunado a ello, mencionó que en la estancia particular a donde el niño asistía, las docentes señalaron que el pequeño necesitaría terapias especiales y además una “maestra sombra” que lo acompañara todo el día, por lo que tendrían que cubrir más de 10 mil pesos mensuales tan solo en la educación de Oliver, además de las colegiaturas.
Asimismo, señala que durante los paseos familiares muchas veces el niño se agobiaba y lloraba lo que ocasionaba molestia en las personas a su alrededor, quienes hasta el día de hoy son prejuiciosos, pues al no entender la situación piensan que los padres no han sabido poner límites con su hijo.
“Nos dimos cuenta de que hay muchos niños con el mismo trastorno y aun así sigue sin haber información y empatía entre la ciudadanía”, dijo.
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