En terapia intensiva la niña de 3 años diagnosticada con gripe aviar en Torreón
En terapia intensiva en la Clínica 71 del IMSS enTorreónp ermanece la niña de tres años que fue diagnosticada con influenza aviar H5N1, el primer caso humano confirmado de este virus en Coahuila.
De acuerdo con las autoridades, se trata de un caso importado desde La Laguna de Durango, aunque no descartan la posibilidad de un contagio por exposición indirecta a aves silvestres.
Las investigaciones iniciales apuntan a que la transmisión del virus pudo estar relacionada con las tolvaneras recientes en la región, que habrían esparcido heces de aves infectadas.
El secretario de Salud del estado, Eliud Aguirre Vázquez, explicó que esta hipótesis surgió ante la ausencia de contacto directo entre la menor y animales enfermos, lo cual complica el rastreo del origen exacto del contagio.
Tras la confirmación del caso, el Gobierno de Coahuila, en conjunto con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SISVER), desplegó un cerco sanitario en los municipios de Gómez Palacio y Torreón. Las medidas incluyen toma de muestras, seguimiento a contactos cercanos, vigilancia médica reforzada y monitoreo constante en granjas avícolas de la región.
Hasta el momento, los familiares cercanos de la niña han dado negativo en pruebas de detección del virus. No obstante, las autoridades sanitarias llamaron a extremar precauciones, recomendando el uso de cubrebocas en zonas de riesgo, el lavado frecuente de manos y evitar cualquier interacción con aves silvestres o que presenten signos de enfermedad.
La influenza aviar H5N1 en humanos puede presentarse con síntomas como fiebre elevada, tos seca, fatiga intensa y dificultad respiratoria, y en casos graves —como el actual— progresar hacia neumonía severa, insuficiencia respiratoria y compromiso multiorgánico.
La propagación del virus suele ocurrir por contacto directo con aves infectadas o superficies contaminadas con sus fluidos corporales. Las mutaciones del virus y su potencial pandémico han generado preocupación constante entre la comunidad científica, especialmente por la posibilidad de que adquiera capacidad de transmisión sostenida entre humanos. Por ello, los protocolos de detección, contención y prevención son prioritarios cuando se detecta un caso.
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