El robo de datos y el silencio de las autoridades, un riesgo para todos
En los últimos años ha crecido significativamente el robo de datos personales en México. Contraseñas, identificaciones oficiales e información financiera son sustraídas a través de ciberataques, filtraciones de bases de datos o sistemas vulnerables, dejando a ciudadanos expuestos a fraudes y pérdidas.
Lo preocupante es que, muchas veces, las autoridades no actúan con la rapidez suficiente, o guardan silencio frente a estos casos. Esa falta de respuestas alimenta la impunidad y desconfianza entre la población.
Expertos advierten que el combate al robo de datos no se consigue solo con leyes o sanciones: se requiere modernizar infraestructura digital, fortalecer las instituciones encargadas de la ciberseguridad, y garantizar transparencia en las investigaciones.
Mientras tanto, los ciudadanos pueden protegerse con acciones simples: usar contraseñas fuertes y distintas para cada cuenta, activar la verificación en dos pasos y evitar compartir información sensible en plataformas inseguras.
El silencio no puede ser la respuesta: los delitos digitales también afectan derechos fundamentales como la privacidad, la seguridad y el patrimonio. Las autoridades tienen la obligación de actuar con diligencia para que la tecnología no se convierta en una amenaza.
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