Se niega Noroña a transparentar viaje en avión privado a Coahuila
Gerardo Fernández Noroña generó controversia al viajar en un costoso avión privado durante una gira por Coahuila. El senador acusó al Gobierno del Estado de filtrar información sobre su itinerario.
El senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña, rechazó transparentar el costo del avión privado que utilizó durante una gira reciente por el estado de Coahuila, argumentando que pagó el servicio con recursos propios.
“No tengo que transparentar nada, no tengo nada que comentar. Yo voy a seguir recorriendo el país”, afirmó tajantemente al ser cuestionado sobre su uso de un taxi aéreo para cubrir varias localidades en el norte del país.
El legislador viajó en un avión ejecutivo Socata TBM 850, en trayectos que incluyeron Toluca, Torreón, Piedras Negras y Ciudad Acuña, acompañado de Shamir Fernández, exdiputado federal, y Pilar de Aguinaga, su suplente en el Senado.
El senador acusó directamente al gobierno estatal de Coahuila, encabezado por Manolo Jiménez Salinas, de haber filtrado de manera ilegal la información sobre su itinerario y traslado aéreo. Afirmó que su intención no era ocultar el vuelo, pero calificó la revelación como un acto con tintes políticos.
“Alguien del Gobierno de Coahuila filtró mi vuelo en avión privado”, sostuvo. Según su versión, el traslado en taxi aéreo fue necesario para cumplir en tiempo con visitas a Torreón, Francisco I. Madero, Piedras Negras y Acuña, en una agenda de apenas dos días.
Durante dicha gira, Fernández Noroña encabezó sus “Asambleas Informativas A Ras de Tierra”, a pesar de haber llegado en un costoso taxi aéreo.
El uso de esta aeronave ha reavivado la discusión sobre la congruencia entre el discurso de austeridad promovido por Morena y las acciones de algunos de sus representantes.
El costo estimado del viaje asciende a 14 mil dólares, poco más de 257 mil pesos al tipo de cambio actual, considerando aproximadamente seis horas de vuelo y una noche de pernocta.
Según expertos en aviación citados por medios nacionales, la renta de esta aeronave ronda los 2 mil dólares por hora. La gira, realizada en solo dos días, incluyó trayectos aéreos y desplazamientos por carretera, y fue justificada por el propio senador, quien alegó limitaciones de tiempo:
“Es un avión bastante pequeño, de cuatro plazas. Si no, no me daba tiempo de recorrer el estado”, explicó.
La polémica no solo se centra en el gasto, sino en el contexto político. Fernández Noroña percibe un salario mensual de 126 mil 800 pesos como senador, y ha sido uno de los principales promotores de los principios de “austeridad republicana” que rigen a Morena desde 2025, tras ser refrendados por el Consejo Nacional.
El uso de transporte privado para actos partidistas, así como otros episodios de gasto personal, han puesto en duda su congruencia con dichos principios.
Esta no es la primera vez que Fernández Noroña enfrenta cuestionamientos por su estilo de vida. A inicios del año asistió en clase Business a Francia para participar en las Conferencias Europeas de Presidentes de Parlamentos, lo que generó críticas en redes sociales.
Además, en agosto fue señalado por la compra de una propiedad de 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, sobre la cual ejidatarios denunciaron presuntas irregularidades. En su defensa, el senador sostuvo que la compra fue legal y financiada con su salario:
“La justa medianía es lo que tú puedes pagar con tu ingreso, es correcto”, declaró en su momento.
Durante la conferencia presidencial matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre el uso del avión privado por parte del senador. Sin entrar en detalles, la mandataria se deslindó del asunto, señalando que cada funcionario debe asumir responsabilidad por sus actos:
“¡No! Cada quien que responda por sus acciones”, respondió ante los medios.
A pesar de la negativa a transparentar los gastos y de su defensa, el caso ha incrementado el escrutinio público sobre Fernández Noroña, especialmente por el papel que desempeña en la promoción del modelo de “austera medianía” de la Cuarta Transformación.
La distancia entre el discurso institucional y el comportamiento individual de algunos de sus representantes sigue siendo motivo de debate y crítica tanto en la opinión pública como en el ámbito político.
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