Escándalos de Noroña y Monreal retan el plan de Sheinbaum para limpiar la imagen de Morena
El partido Morena enfrenta nuevos cuestionamientos que ponen a prueba el proyecto de renovación moral y política impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Los casos que involucran a Gerardo Fernández Noroña y al grupo político de los Monreal han generado tensiones internas y críticas al interior del movimiento.
En el caso de Noroña, se dio a conocer que utilizó un avión privado durante una gira por Coahuila, a pesar de que la propia Sheinbaum había exhortado a los líderes del partido a evitar lujos o excesos en su quehacer político. En una carta enviada recientemente, la mandataria reiteró que no es parte de nuestro movimiento andar en aviones o helicópteros privados.
Por otra parte, el llamado de Sheinbaum para erradicar el nepotismo dentro de Morena ha chocado con el poder político que mantiene el clan Monreal en Zacatecas. La propuesta de reforma interna, que buscaba impedir que familiares cercanos ocuparan cargos consecutivos, fue aplazada hasta 2030 por la resistencia de varios grupos del partido.
El senador Saúl Monreal, hermano del exgobernador Ricardo Monreal, anunció su intención de buscar nuevamente la gubernatura de Zacatecas, pese a las advertencias de la dirigencia nacional. En respuesta, Sheinbaum lo instó públicamente a esperar seis años antes de contender, subrayando que Morena debe dar ejemplo de disciplina y congruencia política.
Analistas coinciden en que estos episodios representan un reto directo a la autoridad de Sheinbaum y a su estrategia para restaurar la credibilidad de Morena, en un momento en que el partido busca consolidarse rumbo a los próximos procesos electorales.
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