Necesario que se cierre la frontera del sur del país, a fin de evitar la propagación del gusano barrenador: Diputada Local.
La Diputada Local Claudia Alderere, realizó desde el Congreso de Coahuila un exhorto a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, así como al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) para que, conforme a sus atribuciones y en coordinación con las autoridades que estimen pertinentes, establezcan medidas para impedir el acceso de ganado por la Frontera Sur hasta que no se resuelva el problema del gusano barrenador.
Recordó que el 06 de diciembre de 2024, presentó una proposición con punto de acuerdo que se refería al tema del gusano barrenador, en el sentido de solicitar informes sobre las medidas que se habían implementado en esa fecha para contener la plaga.
La legisladora dijo que de la exposición de motivos de dicha proposición hoy retoma lo siguientes contenidos:
Desde hace meses, incluso años, el presidente de los ganaderos en Durango, había hablado del riesgo de la afectación del gusano barrenador que tenía presencia en Panamá, desde hace cuatro años.
Recientemente, advirtió que se tenía en puerta la mosca que provoca el gusano barrenador, porque el problema ya se tenía en Honduras.
Ganaderos de Acuña, Coahuila, mencionan que la preocupación por una nueva plaga de gusano barrenador es grande, ya que, por medio de sus homólogos en la Frontera Sur, se han enterado que existe ganado que cruza ilegalmente la frontera, sin controles sanitarios o, en otros casos, con controles sanitarios mínimos, sin los protocolos y evaluaciones que establecen las autoridades.
También debemos mencionar que muchos especialistas consideran muy preocupante que el crimen organizado pudiera estar fomentando el contrabando ilegal de ganado en la Frontera Sur, con los riesgos sanitarios que ello implica.
Esto incluye el uso de identificaciones y certificados falsos.
En tal sentido, resulta ampliamente justificado solicitar a las autoridades federales que informen con transparencia todo lo relacionado con las acciones y medidas que se están implementando para que esta plaga no se propague en México.
Hoy, cinco meses después, todos conocemos lo que ha sucedido con este asunto.
El 13 de mayo del presente, la Unión Ganadera Regional de Coahuila (UGRC), conjuntamente con asociaciones ganaderas de Sonora, Chihuahua, Durango y Tamaulipas, propusieron un paquete de ocho acciones a la Secretaría de Agricultura del Gobierno Federal, a fin de reactivar las exportaciones; el plan consta de medidas como: la regionalización de las exportaciones, un mayor control en la frontera sur, y la instalación de una nueva planta de mosca estéril; asignar recursos extraordinarios al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), ampliar las facultades de gobiernos estatales y reforzar la supervisión sanitaria en centros de engorda y acopio.
El diario virtual El Economista publicó en su edición del día 18 de mayo del presente el siguiente reportaje:
“México, con la ayuda de Estados Unidos, tardó 30 años en erradicar un brote de Gusano Barrenador del Ganado (GBG), ocurrido a finales del siglo pasado y principios del presente.
Actualmente enfrenta una reinfestación y, aunque desde 2024 implementó un plan de emergencia ante el amenazante avance del parásito desde Panamá y Costa Rica, -donde se notificaron brotes desde 2023-, el 21 de noviembre de 2024 se reportó el primer caso en territorio mexicano y, para el 9 de mayo pasado, sumaban ya 1,078 comprobados y 48,413 animales susceptibles en siete estados del sur del país.
La movilización de ganado, de manera legal, como de contrabando, parece explicar, al menos en parte, el problema.
Las autoridades mexicanas implementan una estrategia de contención, pues su erradicación tendrá que implicar un trabajo internacional y un presupuesto importante y tiempo. Por lo pronto, una de las primeras consecuencias ha sido el cierre por 15 días (del 11 al 25 de mayo) de la frontera de Estados Unidos a la importación de ganado procedente de México, lo cual, según algunos cálculos genera pérdidas por 11.4 millones de dólares diarios.
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